El papel del Estado en la regulación de los monopolios naturales

monopolio[1]

Un monopolio natural, por definición, es un caso donde una empresa toma control de toda la producción de un bien X o servicio del mercado con una inversión inicial muy alta y costos de mantenimiento elevados. Normalmente son considerados indispensables para la vida en un país (agua, energía, etc.). Como consecuencia se ven afectados varios aspectos de la economía; consumidores y medio ambiente entre ellos. Los deseos de lucro de los monopolios traen como defectos la codicia y es la razón principal por qué los Estados tienen que tomar regulaciones para que la sociedad no se vea tan afectada de esta.

Los consumidores se ven afectados cuando hay mucha demanda del bien o servicio del monopolio y este aprovecha la necesidad de la gente y suben los precios para así obtener una mayor tasa de ganancias. Esta necesidad, obliga a las personas a pagar el precio que el monopolio impone, pues no hay más empresas que puedan abastecer esta necesidad. El Estado regula estos problemas de inflación de precios en un monopolio, imponiendo límites de precios o límites de ganancias, haciendo que el monopolio mantenga los precios dentro de un margen o haciéndolo reducir los precios para mantener sus ganancias en un margen. Sin embargo, no está de más tomar en cuenta que estas regulaciones afectan la calidad y cobertura de estos servicios pues no está generando las ganancias deseadas.

Por otro lado, cuando se enfrentan ante tales problemas, el Estado puede intervenir con subsidios para incentivar a una mayor y mejor cobertura y calidad. Los subsidios aplicados a la producción son una intervención del Estado que generalmente se da para evitar el aumento de precios, proteger la economía e incentivar a los productores. Por otro lado, también se pueden dan subsidios en la producción de un monopolio para alcanzar metas sociales como favorecer determinadas zonas o personas en un país.